La zona donde almacenamos la comida es uno de los espacios más importantes en casa; todos necesitamos alimentarnos. Tener una despensa práctica será fundamental paraahorrar tiempo y dinero y ganar comodidad. Así conoceremos en todo momento qué productos tenemos, cuáles hay que consumir rápidamente y qué alimentos debemos comprar.
¿Dónde la situamos?
Lo ideal es destinar un espacio o armario independiente, ventilado y seco al almacenaje de los alimentos. Intenta evitar las zonas húmedas, donde dé el sol directamente o propensas a la acumulación de polvo. Varias estanterías y algunos cajones nos serán de gran ayuda para optimizar el espacio. Los productos más pesados deberían ir debajo de los más ligeros para no sobrecargar así la zona superior del armario y librarnos de riesgos.
El truco está, por lo tanto, en agrupar los tipos de productos y organizar la despensa a partir de aquí.
“Evita zonas húmedas,
donde dé el sol directamente
o propensas a la acumulación de polvo”
Para ser prácticos…
“Debemos colocar los productos nuevos
en la parte trasera y dejar delante
los que estén empezados o caduquen antes”
Botes de cristal
Del mismo modo que los cestos son perfectos para almacenar las frutas y verduras frescas, los frascos herméticos de cristal lo son para conservar otros alimentos. De este modo, los mantenemos mejor, más ordenados y evitamos que cojan humedad o se rompan los envoltorios originales.
Podemos organizar los frascos por contenido: azúcar, harina y especias por un lado, pastas y arroces por otro, todo tipo de conservas juntas y frutas en almíbar o verduras envasadas también. Etiquetarlos ayudará a no confundirnos después.
Ahora sólo se trata de preservar el espacio limpio y cuidarlo periódicamente para ir controlando el estado de los alimentos. Tener siempre a mano papel y lápiz nos será muy práctico para ir haciendo un inventario actualizado y apuntar qué tocará comprar la próxima vez que nos acerquemos al mercado.