En verano, nuestro cuerpo nos pide a gritos comidas más ligeras y refrescantes. Por eso, en estos meses tenemos que adaptar nuestra dieta al calor. No te hablamos de comer menos, sino de comer diferente.
¿Cuántas veces has dicho “El lunes empiezo la dieta”? Luego, se acerca el lunes, y lo último que te apetece es ponerte a comer lechuga y pescado a la plancha… ¿Te suena?